Los lentes intraoculares o en sus siglas LIO, se ha convertido en una gran opción para corrección de distintos problemas audiovisuales como miopía, hipermetropía, astigmatismo, la presbicia o vista cansada y las cataratas.
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Por ello te queremos presentar todo lo necesario con respecto a los tipos que existen y el cómo este lente artificial puede ayudarte con tu problema de cataratas, pero primero, conoce más acerca de estos lentes.
Los LIO, han sido una especie de tabla de salvación no solo para quienes han perdido la visión en su totalidad por las cataratas, sino también para aquellos que sus cristalinos están muy poco nublados, pero quieren dejar de depender de sus gafas.
El diseño de los lentes intraoculares juega un papel muy importante en el éxito de la operación, puesto que están elaborados de acuerdo a ciertos parámetros, que han sido prescritos de acuerdo a las características de cada ojo de cada paciente.
Su diseño además contribuye para compensar la calidad visual de lejos y de cerca y contrarrestar el astigmatismo. Es por ello que se debe seleccionar y realizar un buen y preciso cálculo del lente a implantar.
Al igual que un lente natural, dirige la luz que entra al ojo por medio de la córnea y la pupila hasta la retina. Ésta última, es un tejido situado en el área trasera del ojo, que transfiere imágenes al cerebro mediante del nervio visual.
La mayoría de estos lentes están elaborados de un material flexible y blando. Así, como los lentes de uso común tienen una prescripción de fórmula, los LIO también tienen una fórmula adecuada para lograr la mejor visión posible.
Se trata de un foco de enfoque nítido, el cual al ser calculado correctamente, lograba que el paciente consiguiera una muy buena visión de lejos, pero se debía hacer uso de anteojos para obtener una mejor visión de cerca y a distancia media.
Para realizar este tipo de LIO, es necesario que se conozca bien cuál es el ojo dominante y la distancia adecuada del paciente. Este tipo de lente favorece la visión sin uso de anteojos auxiliares en aproximadamente el 85% del tiempo.
En la actualidad son poco utilizadas debido a los contras que origina su implantación, la cual se basa en acomodar el ojo y el movimiento del musculo ciliar, el cual al contraerse provoca que las fibras zonulares se relaje y libere su energía que, hace que el lente se mueva hacia adelante.
Este movimiento permite que se potencie la calidad visual de distancia cercana. Sin embargo, se ha logrado percibir que el movimiento con el tiempo va disminuyendo. Además, cuando el LIO roza con la córnea, provoca que las células endoteliales se vean afectadas.
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Existen varios tipos de estos lentes, y están fabricados para mejorar la visión de cerca y de lejos. Existen distintos diseños, los cuales los utilizan de acuerdo a ciertos parámetros.
Lo ideal es que la interferencia de luz que se origine sea de un 41% para visualizar de cerca y 41% para visualizar de forma lejana.
Estos consiguen remediar el astigmatismo para conseguir una buena visión de lejos. Este tipo de lente tiene dos toros internos que define cual es el eje más curvo del ojo para lograr una implantación según como más ajuste.
Posee dos focos logrando contrarrestar el astigmatismo, pero además consigue mejorar la visión de lejos y de cerca. Necesariamente a la hora del implante sea centrado y colocado de manera correcta, para evitar alteraciones de los lentes intraoculares.
Las cataratas, es una afección visual y se le atribuye su causa más frecuente al desgaste visual, y es aún más común y frecuente en personas que superan los 40 años de edad.
Ahora bien, se le llama cataratas visuales a la perdida de transparencia que le ocurre al cristalino o la lente natural del ojo, el cual se ubica en la parte posterior del iris y de la pupila.
Este (el cristalino) no solo pierde transparencia, sino que poco a poco se va opacando, provocando que la vista se torne nublada.
Con el paso del tiempo la catarata se va extendiendo o empeorando, y la solución a este gran problema visual es la cirugía de cataratas.
Muchos especialistas recomiendan someterse a una cirugía de cataratas solo cuando se considera que este padecimiento ha logrado alterar en gran medida la visión.
Cabe destacar que la cirugía de cataratas es un procedimiento sencillo, con muy poco dolor, y además muy exitoso en el proceso de recuperar la visión. Se tiene como estadísticas que, de diez personas operadas de cataratas, nueve de ellas recuperan la visión con un gran nivel de éxito.
Anteriormente, durante la cirugía de cataratas, se solía extraer el cristalino y el saco capsular. Esto provocaba que la incisión realizada en la córnea fuese muy grande, lo que originaba astigmatismo, y se solía compensar con el uso de lentes o anteojos tipo gafas o de contacto.
En pro de ir corrigiendo errores con la cirugía, se procedió a realizar la cirugía, pero implantando un LIO, el cual mejoraba la visión, pero aumentaba los reflejos, lo que provocaba que el efecto visual no fuera el deseado y esperado.
Actualmente, la cirugía de cataratas es un proceso sencillo, donde el cirujano remueve el cristalino o lente natural del ojo, y procede a suplantarlo por lentes intraoculares que ha sido previamente fabricado siguiendo una prescripción de acuerdo a los parámetros del ojo del paciente.
Esta cirugía suele ser bastante rápida, pero no menos complicada. Su duración es de unos 15 minutos por cada ojo.
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La Doctora Calatayud, más de 20 años de experiencia. Se formó como médico – oftalmóloga en el prestigioso Hospital Universitario Valle de Hebrón en Barcelona, donde fue jefa de residentes en su último año de formación. Médico Colegiada No. 30836
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