La cirugía refractiva consiste en usar un implante de lentes intraoculares para corregir defectos refractivos como: miopía, hipermetropía, astigmatismo y para las cataratas.
Está operación se indica a aquellas personas que desean prescindir de la corrección óptica.
La operación con lente intraocular puede tener algunos efectos secundarios, pero se debe recalcar que los resultados de la intervención son muy satisfactorios para los pacientes que se someten a ella y sigue siendo una alternativa excelente.
Proporciona la más alta y previsible calidad de visión de cualquier procedimiento refractivo. Y se reduce el riesgo de sequedad en el ojo.
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El posicionamiento en el interior del ojo la hace invisible, tanto para el paciente como para su entorno. Además, el paciente no las siente, sólo las disfruta.
A continuación, te diremos todo lo que debes saber de ellos, para que veas si te convienen considerarlos como tu alternativa.
Un lente intraocular (o IOL, por sus siglas en inglés) es un lente artificial pequeño para el ojo. Sustituye el lente natural del ojo, o cristalino, que se extrae durante la cirugía de catarata.
El lente cuando los rayos de luz entran al ojo, el lente o cristalino refracta para ayudarnos a ver. El cristalino debe ser transparente.
Pero si tienes catarata, el cristalino se nubla. Cuando el cristalino esta opaco, los objetos pueden lucir borrosos, nubladas o menos coloridas.
En la cirugía de catarata se extrae este cristalino nublado y se lo reemplaza por un IOL.
Los lentes intraoculares vienen en diferentes graduaciones de enfoque, así como los anteojos o lentes de contacto con prescripción.
Su oftalmólogo le medirá el largo de su ojo y la curvatura de la córnea, luego con esta información selecciona el enfoque que debe dar el lente intraocular.
La cirugía refractiva con lentes intraoculares fáquicas está indicada para pacientes con un grado de hipermetropía alto. También para corregir astigmatismos altos.
También se utiliza cuando la miopía es alta o existe contraindicación para la aplicación de láser; o para la implantación de anillos intracorneales.
Habitualmente, las lentes intraoculares pseudofáquicas, se implantan en pacientes con presbicia u otros defectos refractivos, mayores de 45 años.
Es necesario realizar una exploración oftalmológica para considerar, en función del número de dioptrías a corregir y de otros factores, cuál es la mejor opción en cada caso.
Si tienes cataratas, la implantación de lentes intraoculares es la única solución para el problema visual.
Así mismo es en el caso de la presbicia, es la intervención más recomendada frente a la cirugía láser, ya que previene la aparición de cataratas.
Sin que existan problemas asociados como las cataratas o la vista cansada, la implantación de lentes intraoculares fáquicas (habitualmente de tipo ICL) para defectos refractivos se recomienda en pacientes que, por el motivo que sea, no pueden someterse a cirugía refractiva láser.
Finalmente, estos procedimientos están contraindicados para personas que sufren uveítis (inflamación intraocular de la úvea, que es la capa media del ojo encargada de aportar la mayor parte de la sangre a la retina) o que tienen una cámara posterior del ojo muy estrecha (ya que no cabría bien la lente).
En el implante de lentes intraoculares se usan dos tipos de lentes, las lentes fáquicas y las pseudofáquicas. La diferencia radica en que las primeras se usan conservando el cristalino natural del ojo, mientras que las segundas sustituyen a ese cristalino.
Las lentes fáquicas se implantan entre la córnea y el cristalino, sin extraerlo. Por ello que suelen estar indicadas para pacientes jóvenes (menores de 40/45 años).
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Una de sus grandes ventajas es que se trata de una técnica reversible. Dependiendo del espacio de que se disponga dentro del ojo, pueden llegar a corregir distintas dioptrias.
En casos de miopía unas 20-21 dioptrías y hasta 10-12 dioptrías en casos de hipermetropía. Pueden ser colocados delante del iris (lentes de soporte iridiano) o entre el iris y el cristalino (lentes ICL).
A diferencia de las lentes fáquicas, las lentes pseudofáquicas sí sustituyen el cristalino. Ya sea porque ha perdido la función de acomodar o porque se trata de un cristalino opaco (catarata).
La graduación que se puede corregir con las lentes pseudofáquicas es de hasta 35-40 dioptrías de miopía y hasta 20 de hipermetropía, se usan para corregir cataratas y presbicia en personas a partir de 40-45 años.
La implantación de lentes intraoculares está prácticamente exenta de efectos secundarios. Gracias a la flexibilidad de las lentes ICL, la intervención, a pesar de ser una cirugía intraocular, es mínimamente invasiva.
No obstante, al igual que con cualquier tratamiento quirúrgico, también se deben tener en cuenta algunas contraindicaciones de la cirugía con lente intraocular.
A pesar de tratarse de un elemento ajeno al cuerpo, las lentes intraoculares están fabricadas en un material que no provoca rechazo del organismo ni molestias a los pacientes.
No obstante, estas lentillas intraoculares pueden provocar algunos efectos secundarios, como ocurre con cualquier intervención quirúrgica. Veamos algunos
Anteriormente, las lentes, tanto fáquicas como pseudofáquicas, eran demasiado duras, lo que obligaba a practicar una incisión mayor para introducirlas durante la cirugía.
Además, el roce con el cristalino podría acelerar la aparición de cataratas. Hoy en día esto se ha resuelto gracias a la aparición de lentillas intraoculares de última generación, que pueden ser introducidas plegadas a través de una incisión mínima.
Aun habiendo corregido los defectos visuales causados por los problemas refractivos, el ojo sigue siendo lo que llamamos un “ojo imperfecto”. Por lo tanto, el paciente deberá realizarse controles rutinarios para evitar complicaciones.
Las infecciones en el quirófano son uno de los mayores riesgos de cualquier tipo de intervención quirúrgica. Aunque la incidencia es extremadamente baja, la operación intraocular puede complicarse si tal cosa ocurre.
La tensión ocular puede aumentar tras la colocación de la lente, por lo que es necesario llevar un control de la misma.
Como habrás visto, el implante de lentes intraoculares son una excelente alternativa para tus problemas de visión, pero asegúrate de consultar a un especialista con trayectoria en el área antes de someterte a esta cirugía.
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La Doctora Calatayud, más de 20 años de experiencia. Se formó como médico – oftalmóloga en el prestigioso Hospital Universitario Valle de Hebrón en Barcelona, donde fue jefa de residentes en su último año de formación. Médico Colegiada No. 30836
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