Estos síntomas no suelen ser graves, generalmente reflejan sequedad ocular pero alarman mucho a los pacientes porque son muy incapacitantes y aparecen sin razón. Durante la noche, cuando cerramos los ojos, la córnea queda protegida por el párpado, con lo que no hace falta que se produzcan lágrimas continuamente como durante el día con los dos ojos abiertos. Si tenemos una lágrima escasa o de mala calidad, o bien si no cerramos el párpado cuando dormimos (lo que se conoce como lagoftalmos) por problemas como por ejemplo una parálisis facial, la cornea queda desprotegida y seca, y aparecen pequeñas heridas que producen en le paciente picor, y sensación de tener una pestaña dentro del ojo o bien como arenilla. Al no haber lágrimas, el párpado queda como “pegado” y no puede deslizarse sobre la superficie del ojo.
El ojo seco tienen tratamiento muy sencillo en la mayoría de los casos, sólo sustituyendo la lágrima que el paciente no tiene por un gel o unas gotas con una composición parecida a la natural y que la sustituye.
La Doctora Calatayud, más de 20 años de experiencia. Se formó como médico – oftalmóloga en el prestigioso Hospital Universitario Valle de Hebrón en Barcelona, donde fue jefa de residentes en su último año de formación. Médico Colegiada No. 30836