La miopía es el defecto refractivo más frecuente. Consiste en un problema para enfocar los objetos lejanos que produce visión borrosa, el ojo en estos casos suele ser en estos pacientes más largo del o normal. La hipermetropía sin embargo produce una dificultad para ver los objetos cercanos, y suele producirse porque el ojo es más corto de lo normal. El astigmatismo, que suele presentarse asociado a miopía, se produce porque la córnea, la parte exterior del ojo, no es simétrica en su curvatura.
¿CÓMO SE TRATAN?
Todos ellos se pueden corregir mediante el uso de gafas o lentillas, y la mayoría pueden tratarse quirúrgicamente, con tratamientos adaptados a las características del ojo de cada persona y a sus expectativas. La cirugía refractiva se aconseja a pacientes mayores de edad, con estabilidad refractiva (sin cambios en la graduación en el último año) y con conocimiento del procedimiento y expectativas reales en cuanto a los resultados. Existen 2 formas de corregir los defectos refractivos: mediante tratamiento láser de la córnea o bien con el implante de lentes intraoculares. Ambos procedimientos han demostrado ser eficaces y seguros, dado que se practican desde hacen más de 20 años en todo el mundo, pero cada uno de ellos está indicado para unos u otros pacientes, según las características del ojo. Su oftalmólogo le examinará y decidirá cuál es el más adecuado para usted, explicándole los pros y los contras de cada uno.
La Doctora Calatayud, más de 20 años de experiencia. Se formó como médico – oftalmóloga en el prestigioso Hospital Universitario Valle de Hebrón en Barcelona, donde fue jefa de residentes en su último año de formación. Médico Colegiada No. 30836