¿EN QUÉ CONSISTE?
La DMAE es una enfermedad que afecta a la mácula, la parte de la retina con la que leemos, reconocemos las caras de las personas y realizamos cualquier trabajo de precisión. Se produce por un envejecimiento avanzado de las células retinianas y puede aparecer de dos formas: húmeda y seca. La primera evoluciona rápidamente y la segunda de forma lenta, pero el resultado final en ambas es la ceguera si no se previene o se trata.
La DMAE es la causa más frecuente de ceguera legal en el mundo civilizado en mayores de 50 años, por lo que se ha desarrollado un programa de prevención a nivel mundial que se basa en los controles en la población a partir de esta edad con examen del fondo de ojo.
¿CÓMO PUEDO EVITARLA? ¿TIENE TRATAMIENTO?
La forma más frecuente es la seca, que evoluciona de forma lenta y va disminuyendo la visión del paciente poco a poco, habitualmente antes de llegar a éste punto se pueden ver algunos signos de envejecimiento examinando la mácula en la consulta, como por ejemplo las drusas; y controlarse mediante OCT, una prueba que nos da una imagen en tiempo real del área macular detectando lesiones microscópicas que el ojo del oftalmólogo no puede ver, y nos permite medirlas y compararlas con las que haremos en un futuro. LA DMAE húmeda es menos frecuente pero aparece de forma repentina, con una alteración visual muy severa (ceguera súbita).
No existe tratamiento para la DMAE seca, simplemente la prevención con antioxidantes, vitaminas y complementos alimenticios ha demostrado su capacidad para frenar el avance. La DMAE húmeda, sin embargo, sí que lo tiene; en la última década se han desarrollado fármacos que controlan la enfermedad con inyecciones intraoculares que se repiten cada cierto tiempo y controlan la enfermedad.
La mejor manera de seguir el avance de la DMAE es el control estricto en el oftalmólogo, con fondo de ojo, OCT y otras pruebas si son precisas. Hay un modo muy sencillo de detectar la progresión de la enfermedad, con la rejilla de AMSLER.
La rejilla de AMSLER es una cuadrícula con fondo negro y líneas blancas que el paciente ha de mirar periódicamente con uno y otro ojo; cuando hay alteraciones maculares los cuadros del centro dejan de verse, o se ven torcidos o difuminados. Es una prueba sencilla que el paciente puede hacer en su casa una o dos veces al mes, y acudir a su médico especialista si detecta cambios.
La Doctora Calatayud, más de 20 años de experiencia. Se formó como médico – oftalmóloga en el prestigioso Hospital Universitario Valle de Hebrón en Barcelona, donde fue jefa de residentes en su último año de formación. Médico Colegiada No. 30836
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